Afirma FCH que es posible someter a la delincuencia
El presidente Felipe Calderón señaló que existe “incertidumbre y pesar” en la sociedad por la inseguridad en diversas partes del país, y dejó claro que es posible someter a la delincuencia, aunque “no será fácil, ni rápido”.
El mandatario expresó sus condolencias a los familiares y amigos de quienes perdieron la vida en el Centro de Rehabilitación El Camino, en Tijuana, Baja California; en Horizontes del Sur, en Ciudad Juárez; y quienes fallecieron este miércoles en hechos ocurridos en Tepic, Nayarit, y guardó un minuto de silencio en su memoria.
Dijo que esos asesinatos llenan de indignación y son un agravio contra toda la sociedad y “una clara señal” de que como sociedad se debe poner un alto a esas conductas que también buscan intimidar a la población, paralizar a la autoridad y finalmente doblegar al Estado, lo que “por supuesto, no habremos de permitirlo”.
Calderón puntualizó que nada justifica esos condenables actos de barbarie generados por criminales sin escrúpulos que arrebatan la vida a personas inocentes, a jóvenes que luchaban por librarse de las adicciones, por trabajar y vivir en paz.
En ese sentido informó que instruyó a la Procuraduría General de la República (PGR) para que coadyuve en las investigaciones, identifique a los culpables y los lleve ante la justicia.
En la mesa de trabajo sobre los Diálogos por la Seguridad, Hacia una Política de Estado, el titular del Ejecutivo federal refrendó su compromiso de poner todo lo que esté de su parte para enfrentar el desafío de la criminalidad y llamó a actuar unidos y en un único frente contra la delincuencia.
Sostuvo que el futuro de los jóvenes y los niños mexicanos exige actuar con valentía, determinación y plena conciencia de la trascendencia del momento, y convocó a sumar voces y esfuerzos para construir una política de Estado en seguridad “que le abra las puertas del futuro a nuestro México”.
Se trata de una política que se respalde en la corresponsabilidad de los tres órdenes de gobierno y los tres poderes, que trascienda ideologías, partidos y ciclos de gobierno y que sea una herencia de paz, de leyes y de justicia para los que vendrán detrás de nosotros, precisó Calderón.
Admitió que hacer prevalecer el Estado de derecho, la justicia y la legalidad es un camino complejo y de largo plazo que en el corto plazo podría tener pocos resultados, “pero es el camino verdadero hacia una paz duradera en la que los mexicanos ejerzamos nuestras libertades sin el temor que hoy pretende infundir la criminalidad”.
Acompañado por los secretarios de Gobernación, Francisco Blake, y de de Seguridad Pública, Genaro García Luna, así como por el titular del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Guillermo Valdez, y del vocero en Seguridad, Alejandro Poiré, el mandatario federal refrendó la apertura de su gobierno para fortalecer o corregir lo que se deba en la estrategia en la materia.
Destacó que en esos diálogos se ha planteado fortalecer el entramado institucional en los poderes públicos de los tres órdenes de gobierno y en las instituciones policiales, ministeriales y judiciales.
Hizo énfasis en esa necesidad ya que, dijo, mientras no haya policías, jueces y ministerios públicos plenamente confiables, honestos y eficaces “es impensable que podamos tener los niveles de seguridad pública y de justicia que merecen los mexicanos”.
El mandatario subrayó la importancia de establecer políticas públicas para dar oportunidades educativas, recreativas, culturales y de trabajo a los jóvenes, “que son el principal objetivo” del crimen para engancharlos en adicciones que le generan esclavos y siervos.
Que los recluta, añadió, como operadores, vigilantes o sicarios de la propia estructura criminal y “para más pronto que tarde abandonarlos a su suerte y verlos morir en manos de la delincuencia misma”.
Además se deben promover sistemas eficaces de evaluación y control de la política de seguridad y que cada orden de gobierno asuma su corresponsabilidad, pues “no hay nada más que favorezca la impunidad y la delincuencia que la división en la clase política”, asentó.
Convocó entonces a “poner fin a diferencias estériles entre autoridades, ya sea por razones político-partidistas o de cualquier otra índole, en la cual una recriminación mezquina entre actores políticos a nada conduce”.
El titular del Ejecutivo federal hizo énfasis en que una política de Estado en materia de seguridad trasciende partidos, ideologías, coyunturas, órdenes e incluso periodos de gobierno, y reiteró que la lucha no es sólo y quizá ni principalmente contra el narcotráfico, sino por la seguridad de los mexicanos.
Dejó claro que tampoco es una lucha exclusiva del Presidente de la República, como algunos pretenden hacer creer, sino de todos para garantizar la seguridad contra quienes amenazan la tranquilidad de la población.
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